Vivimos en un mundo muy complejo, marcado por la variedad de culturas, valores, opiniones, prioridades, preferencias, necesidades... Esta pluralidad ofrece al ser humano la posibilidad de enriquecerse y crecer personalmente con un gesto tan sencillo como sentarse a escuchar a los demás. La diversidad es algo precioso que todos deberíamos aprender a cuidar y, para saber hacerlo, es fundamental entenderlo desde la edad temprana.
Sus muros albergan a unos ochenta alumnos que son fiel reflejo de la variedad que existe en la sociedad; en el centro conviven niños y niñas con espectro autista o síndrome de Down, junto con estudiantes normosanos y otros con altas capacidades de inteligencia. Todos aprenden de todos y, aunque no se sigue un currículo estructurado como en las escuelas tradicionales, se adquieren conocimientos de matemáticas, lengua y ciencia a la vez que se trabaja la expresión social, relacional y emocional. Teresa Ubeira, cofundadora del centro, defiende que "Cuando le dejas a un niño un pensamiento libre, todo es posible".
Esta innovadora escuela ha recibido varios galardones en reconocimiento a su magnífica labor; en 2015 ha sido incorporada a la Red Internacional de Escuelas Changemaker de Ashoka, al ser líder en la transformación del sistema educativo. De esta manera se pretende dar voz a escuelas como O Pelouro, que entienden que el ser humano vive en una sociedad plural compuesta por individuos especiales y diferentes, y que todos ellos tienen algo bueno que aportar. Escuelas que no se limitan al currículo, sino que enseñan a apreciar la belleza de la diversidad.
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