IES LA ROSALÍA (OLE, OLE y OLE)

Propón a tus alumnos que creen su propio Centro de Educación Secundaria. Divídelos en grupos, asigna a cada persona un cargo del Consejo Escolar, y deja que salgan de clase para discutir el tema con tranquilidad. Que pongan un nombre al instituto, y le doten de una serie de características. Siguiendo cuidadosamente estos pasos conseguirás que, en escasos veinte minutos y gracias a un grupo un tanto graciosete (muy majos todos), nazca un centro como el IES "La Rosalía". 

Por consenso y unanimidad, el ilustre Consejo decidió que la educación en este folclórico instituto buscaría ir más allá de los contenidos curriculares, tratando de enseñar a los estudiantes valores que les ayudaran a desarrollarse como personas; aprender no solo a conocer, sino también a hacer, ser y convivir. 

Entendiendo la necesidad de conocer a los jóvenes para poder empatizar con ellos y facilitar el proceso de aprendizaje, el excelentísimo Consejo procedió después a debatir acerca de los valores que, en su excelente opinión, mueven a los adolescentes de hoy en día. Así, se llegó a la conclusión de que las relaciones personales (familia, amigos, pareja sentimental...) y el ocio tienen mucha importancia para los jóvenes, en detrimento de otros temas como los estudios, la política y la religión.

Lo cierto es que esto no dista enormemente del orden de prioridades que nosotros teníamos cuando éramos estudiantes. Aunque en general se habla de una  juventud menos centrada en lo importante, y más atenta a sus propios placeres, la realidad es que la brecha generacional, al menos en lo concerniente a estos valores básicos, es prácticamente inexistente.